NOTAS PERDIDAS...

“El cielo siempre está abierto para cuando gusten alcanzarlo”. Demian Shadows.
Dedicado a toda víctima en el mundo...
Nadie tiene la culpa. Todo es un ciclo por el cual se debe pasar durante el proceso que se llama vida. Morir-vivir. Vivir-morir. ¿Importa el orden?
Cuerpos y rostros avanzan dentro de un cuerpo celeste que gira sin hasta ahora detenerse y tantos de ellos realizan este inagotable proceso. ¿Cuántos más?
Algunos fungen como constructores, otros como defensores. Existe un grupo en específico enviado para realizar melodías para todos los mortales y hacer su vida más amena. Se convierten en las notas que endulzan los oídos y nos hacen bailar.
Como todos, llega un momento en que sus talentos son reclamados.
Algunos dicen que pasan a ser parte de instrumentos celestiales. Otros dicen que se transforman en las notas que agravian los infiernos. En todo caso, el cuerpo vuelve donde fue tomado.
Para no olvidarlos, otros mortales hallaron la forma de mantenerlos siempre en el mundo mortal. Al igual que con los escritores y los libros, alguien convirtió sus notas e instrumentos en sonidos captados en una caja mágica, en círculos brillantes u opacos o en sonidos que se reproducen por fuerzas que muy pocos comprenden.
Ya no existen las notas perdidas. Durarán siempre y cuando alguien tenga el valor de volverlos a escuchar.
De momento y en su partida crean un silencio que se hunde con el vacío de su pérdida. Luego se les recuerda en el memorándum de su repertorio.
Al final, tal vez, cuando el silencio nos alcance a todos, los podremos escuchar en la sinfonía donde quiera que vayamos.
Notas perdidas hoy, que recuperaremos en el viento de la paz…