top of page

Amor es, en la Oscuridad


“Habría que tener una casa de reposo para los muertos; ventilada, limpia; con música y con agua corriente”. Jaime Sabines

15 DE OCTUBRE DE 2014.

Las cosas habían mejorado los últimos 9 meses y eso lo sabía, a pesar de ser las 2 de la madrugada, estaba muy consciente de que las cosas debían seguir su curso. Ella estaba a punto de traer al mundo un nuevo ser. Él, estaba nervioso, pero a la vez, expectante; se sentía triunfador. Lo tenían todo y a la vez nada. Meses atrás, habían comenzado rentando un pequeño apartamento; aunque, no contaban con un imperio hogareño como el de mucha gente que, en esos momentos, ya tenía de todo tipo de cosas materiales. Era un buen comienzo, pero había sido muy golpeado. Eso sí, en la mesa nunca faltó el alimento, se puede decir.

Trabajaron arduamente para este día.

Médicos, medicinas, cuidados intensivos, el inicio de una nueva familia, diferente a la de muchas, sin costumbres formales. Solo eso, un inicio diferente de muchos.

Era el mes de Abril, cuando gracias a un aparato pudieron ver por primera vez a su pequeño hijo. Querían una pequeña niña, aunque un niño también era excelente. Hubo mil posible nombres para el pequeño en género femenino: Victoria Lilith, Ginger, por nombrar algunos.

Pasaron seis meses y por fin conocerían aquel destino. Ante un nuevo aparato de resonancias, ahí estaba el pequeño, dentro del vientre de ella. La doctora intentó indagar qué era lo que hacía y entonces, tras su pequeña investigación del pequeño con el pulgar en la boca, les dio la noticia que sería niño.

En la sala de espera, ocurrió algo muy extraño; por si tienen dudas de que sería el nuevo ser del desastre. Mientras pensaban en el nuevo nombre, el cual comenzó él por proponer que fuese Victor Lestat; ella decidió que fuese un nombre que a ambos los uniese. Pensaron en el cuervo aquel, sobre el dintel de la puerta de un poeta muerto siglos atrás: Edgar Allan Poe. Y ante su naturaleza oscura, el innombrable ser antiguo que buscaba la superposición de una nueva raza de vampiros: Oziriel. Fuera, en la calle, un camión al intentar dar la vuelta perdió el control de una de las cajas. No ocurrió un accidente mayor debido a que solo se reventaron las cuerdas de la misma, dejando caer piezas de lámina muy grandes, generando un tráfico importante en la zona por un buen tiempo.

Edgar Oziriel, sería su nombre, fantasmal y señorial.

Llegó entonces el otoño…

Ahí, en el frío de Octubre, ambos fueron rumbo al hospital.

Ella ingresó tiempo después. Él esperaba fuera, aspirando el hermoso vaho frío provisto por la naturaleza del otoño. Lo saboreaba en sus entrañas. Quería que aquel nuevo ser, pudiese aspirarlo igualmente. No sabía acerca de su fisonomía y en verdad, no le importaba. Construirían al ser más poderoso jamás visto, un ser diferente a todos los niños, que siempre creyera en sí mismo y que se superara a sí mismo. Un ser con espíritu de fortaleza y con el lema: “no te rindas nunca”. Locura inminente que traspasaba su mente, mientras ella cumplía con la labor más difícil del género femenino humano.

Las horas le eran eternas. Música iba y venía. Cansancio no hubo ni pasó por su cuerpo. Dieron las 14:59 y aquel nuevo ser había llegado. Le anunciaron que podría verlo a la mañana siguiente.

Volvió a casa pensando en todo. ¿Qué tal dormirían? ¿Habrán pasado frío? ¿Ya comieron? ¿Está bien?

Los sueños atravesaron su mente y una nueva vida futura como ninguna. Por la noche, él seguía despierto, contando las horas, aguardando aquel momento en que el reloj marcara las 12 y pudiera ir por su familia construida.

Es gracioso pensar que muchas ocasiones aquello funciona como una fábrica de familias, y en realidad suena industrializado y a veces, terrorífico pensar que, vas a recoger nuevos miembros de tu familia. A veces, la fábrica realiza trucos y sales con 3 o más miembros. Su caso, eran solo 2: el que ya conocía y uno nuevo.

Pidieron se formaran y él ya estaba al principio de la fila. Al ingresar, fue como si entrara por las puertas de una sala de concierto, corrió a través de los pasillos para llegar a su destino. Otra puerta y detenido. Quería derribarla.

Del otro lado se escuchaba el llanto de muchos nuevos pequeños. Dicen que el género femenino puede reconocer el llanto de su bebé desde el comienzo, pero no piensan que hay seres más extraños en los que ese sentido aumenta y pudo reconocer desde fuera el posible llanto de su hijo. Posible digamos porque sabía por mera intuición que lo era.

Imaginó su rostro, dibujo su cuerpo, sus ojos… lo imaginó.

Abrieron las puertas y ahí, en el centro de la sala, estaban ambos.

Conun enorme esfuerzo y sentimiento, ella le dijo:

-Dile hola a tu gatito…

Él lo sostuvo en sus manos.

-¡Hola gatito!

Y aquel pequeño ser se movió al reconocer su voz. Y no solo eso, sonrió; gesto con el cual dicen los expertos, muy pocos pequeños pueden mostrar. Él, desde ese punto, ya marcaba una enorme diferencia. Así los tres fueron a casa, a esperar que todos lo conocieran y que él, conociera al mundo.

1 DE MAYO DE 2015.

La vida era mejor y todo cambió para bien. Hubo una mudanza y el inicio de la construcción de su nuevo techo. Pasaron por tantas dificultades que, podría contarles todas y cada una y centrarnos en todos los problemas por los que pasaron pero… les mentiría al decirles que fallaron. No lo hicieron y no dejaron de luchar hasta conseguir cada uno de sus objetivos.

Desde aquel día de cambio, las cosas mejoraron más de lo que ellos pensaban. El pequeño Eddie crecía tan rápido y se desarrollaba con tanta facilidad. Aunque, en los momentos en los que era más travieso, se sabía que no era Eddie, sino Oziriel. La dualidad en un pequeño ser ya podía mostrarse.

Aprendieron muchísimo juntos. Hubo días en los que se olvidó que existía el cansancio y algunos en los que durmieron de más. Días en los que Ozi creció más rápido y en los que al mirar atrás sollozaban.

Las noches de luna los tres salían a mirarla. Esa fue la primer palabra del pequeño. ¿Qué podían esperar de un pequeño ser criado por entes que adoran más la luna que al sol?

Y así, la vida continuó para los tres, adoptando cachorritos de todas clases. La casa parecía un zoológico, pero así estaban contentos. Un pequeño mundo nada habitual, donde el amor, ese sentimiento que ya casi no se ve fuera de las puertas de aquel hogar, crecía tan rápido como una enredadera con espinos: quien sabe dónde no tocar podía subir y verlos. Pero muchos salían heridos al intentar crearles un caos. Sabían defenderse de todo lo que le hiciera daño. Y así siguieron por mucho tiempo más.

“Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir”. Jaime Sabines.

¿En dónde estamos ahora?

Recorro con total tranquilidad el patio trasero de la vieja escuela. Las cosas han cambiado mucho desde la última vez que vine. Empezando porque ahora no hay un solo árbol, sino dos de ellos, muy parecidos. Y han comenzado a crecer desde hace algún tiempo.

Es un mes de Octubre, como hace muchos años, en el que he venido a ver aquel sitio donde aquellos seres extraños se conocieron por primera vez. Este lugar, donde pasaron sus tardes, lloraron sus penas y sobre todo, crearon un mundo mejor para un nuevo ser a futuro. Debo decirles que, si están leyendo esto, pueden encontrarlos en su hogar, viviendo felices al lado de su pequeño hijo y; ustedes aún están con vida para atestiguar los eventos venideros. No puedo adelantarles cosas que todavía no suceden. Sí, todo está bien y en orden. Lo que han leído, es un fragmento de muchos momentos que han vivido, porque así me lo contaron cuando lo pregunté por primera vez.

Hubo muchas más adelante y fui aprendiendo la historia conforme avanzó. Se me hizo muy interesante saber de ella.

Él, dejó libre a la sombra y al cuervo; volaron muy lejos de aquí. Sé que alguien más ahora los tiene y los he buscado. No sé si tenga tiempo para hallarlos o pueda verlos en otro tiempo. Ella, dejó libre a su ser licántropo que corre a través de bosques y montañas en busca de un nuevo amo que le conduzca. También la he buscado, pero sigo sin hallarla.

De todas las historias, como he dicho ya, he tomado fragmentos.

La última vez que escuché la historia, fue antes de irme a otro lugar, cuando ellos ya eran mayores; bien decir, un poco más viejos.

Pasé buenos tiempos por conocerlos y agradezco al tiempo y la vida haberme dado la oportunidad de pasar tiempo con ellos. Hoy, no traje más que recuerdos. El mundo se ha vuelto un sitio más hostil y ya no abundan como en otros tiempos la paz, las flores y el amor. Este, tal vez se encuentra en lo más profundo de la tierra de aquellos dos árboles.

Nunca hemos sabido si un árbol tiene la capacidad de cambiar al mundo, pero sé que estos dos, si las almas siguen ahí, lograrán hacerlo.

Se me termina el tiempo a mí también y como ya les dije, ustedes están a tiempo de atestiguar la historia que no puedo describirles aun, porque ustedes, lectores, están inmiscuidos en ella si los conocen. En su tiempo, aun todo está bien; hagan lo posible por cambiar y dar la vuelta a un complicado mundo.

Ustedes ya saben quién les contó la historia con detalle, sólo existe una persona que los conoció lo suficientemente bien como para conocer sus secretos. El ser dual, que ahora se despide de ustedes.

Algún día dejaré libre al vampiro en el que me convertí desde que nací…

E. Oz. Terminado en un tiempo muy lejano al suyo…


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page