Fragmentos de horror: De amores cálidos

… Podía sentir, en la oscuridad absoluta de su cuadrática habitación, esa mano cálida que se acercaba lentamente hacia su rostro; y no solo eso, comenzó a sentir el cálido cuerpo que lentamente se pegaba al suyo. Ambos sobre la cama. Guardó la calma, era la primera y; tal vez, la última que sentiría algo como esto.
La oscuridad se hizo una con ambos, entregados al placer final y ella, emitió un grito… que no pasó más allá de las paredes.
Él, obtuvo a fin de cuentas lo que quería y se marchó hacia la oscura noche; mientras, sobre el lecho de amor, la piel de ella, calcinada. Y su alma, hirviendo en las manos del oscuro ser...