Fragmentos de horror: ¡Detrás de ti!

Y así fue.
Cerró el libro; ese que había encontrado en la Biblioteca de su abuelo Wilbur. Extrañamente, al terminar de rebuscar en sus páginas, podía sentir que no estaba solo.
Abdul, estaba cerca. Pero no solo su oscuro espíritu.
Tuvo que viajar hasta la Hoya de las Brujas para hallar el libro, el cual, dice, le llamaba en sueños. Su abuelo le buscaba, le pedía ayuda.
En la oscuridad, un aroma fétido comenzaba a infiltrarse en la vieja casa, sin importar que puertas y ventanas estuviesen cerradas.
Un sonido.
Volteó.
Y lo que más temía, lo que había leído, estaba ahora, mirándole desde muy arriba en espera de su reacción.
Él le llamó...